INTRODUCCIÓN
Comer es uno de los placeres más grandes de la vida para la gran
mayoría de los seres humanos. Comer no es sólo un acto de supervivencia, salvo
casos extremos. Es rara la cultura que no le otorga a la comida un lugar
preponderante en la celebración de sus fiestas y rituales: se cocina de una
manera especial para honrar a algunos invitados, para celebrar una fecha
importante o simplemente para mejorar los estados de ánimo.
No sé come sólo por comer, se le confiere valor a los alimentos.
No solo valor nutricional sino también valores morales y hasta afectivos.
En varias religiones se prohíben algunos alimentos. Hay comidas
específicas para conmemorar fechas especiales y otras deben evitarse en ciertos
momentos. No es raro observar que algunas religiones guardan ayuno para
alcanzar niveles más espirituales o para hacerse más santos castigando le
cuerpo.
Alrededor de la comida también se ciernen tradiciones y profesiones. Son muy comunes las expresiones
como “el buen comer”, “el arte de la cocina”, “la buena mesa”. “saber comer”,
etc.
Hay amantes de la cocina, chefs famosos, recetas
reconocidas nivel mundial, recetas
tradicionales que han perdurado a través de los años y hasta secretos de
cocina.
Comer hace parte de la vida diaria. Es un acto personal y social,
que involucra muchos aspectos ligados al ser: el gusto, las creencias, el ánimo,
las circunstancias, los afectos, los deseos, las frustraciones y, en fin, miles
de sentimientos que se conjugan alrededor de una mesa y frente a un plato.
Es compleja la manera como las personas desarrollan su relación
con los alimentos. Estos son un medio para canalizar sus alegrías, por ejemplo
en las celebraciones y también para canalizar sus desgracias.
La subsistencia es tan solo el primes eslabón de dicha relación;
las costumbres, los gustos, los afectos, los estados de ánimo construyen los demás
niveles de relación. Sin embargo, es posible llegar a perder la relacione correcta
y adecuada con los alimentos y esto es lo que se conoce como trastorno del comportamiento
alimenticio. Los trastornos del comportamiento alimenticio comprenden básicamente
tres enfermedades: la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y los trastornos
no especificados, como los trastornos por atracones. Los tres trastornos están
catalogados como enfermedades psiquiátricas con complicaciones físicas, es
decir que afectan el estado normal del cuerpo y ponen en riesgo la salud física
y mental.
Todos los trastornos son enfermedades complejas, de difícil
tratamiento, pero no imposible y todas pueden llegar a manejarse. Como se podrá
ver, son muchos los factores que están en juego cuando se altera la relación
normal de una persona con sus hábitos alimenticios. Aseverar que la culpa es de
los medios de comunicación, de la publicidad, de los nuevos patrones que rigen
el parámetro de belleza, como suele creerse hoy en día, es incorrecto.
Los trastornos, por lo general, provienen de problemas
psicológicos internos arraigados en la persona desde la infancia y posiblemente
acentuados por las circunstancias socioculturales.
Es verdad que estos aspectos tienen una gran influencia, pero de
ninguna manera son el origen de un trastorno del comportamiento alimenticio.
GÁFARO Alejandra, Anorexia y Bulimia, Ed. Norma, Colombia, 2001.